Certificación BREEAM y la refrigeración industrial

BREEAM® (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) es un método de evaluación de sostenibilidad y eficiencia energética de las edificaciones considerado como uno de los más prestigiosos en Europa.

Certificación BREEAM y la refrigeración industrial

¿Qué es la certificación BREEAM?

BREEAM® (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) es un método de evaluación de sostenibilidad y eficiencia energética de las edificaciones desarrollado por la empresa británica BRE. En el año 1990 y tras más de 60 años de experiencia (BRE nace en 1921), la empresa británica lanza al mercado su certificación BREEAM, aunque no sería hasta el año 2008 cuando se lanzaría al mercado internacional como BREEAM International. En 2009 finalmente se adapta a las políticas locales de cada país con la creación de la figura de los Operadores Nacionales.

Actualmente hay 6 países en los que se opera a través de estos operadores, y que hace que la certificación está perfectamente adaptada a la legislación específica de cada uno: Reino Unido, Alemania, España, Holanda, Suecia y Noruega; actualmente están en proceso de adaptación Austria, Suiza y Luxemburgo. Actualmente, la certificación BREEAM opera en 77 países y tiene más de 541.000 edificios certificados.

Actualmente es considerado como uno de los certificados con más prestigio en Europa. Además de reconocer la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente de los edificios, también hace especial hincapié en la búsqueda de una alta eficiencia energética, que sea capaz de reducir costes energéticos y se traduzca en un mayor respeto por el entorno. La calidad de vida y el confort de las personas que habitan o utilizan esos espacios también es tomada en cuenta y es un factor importante.

¿Cómo funciona la certificación BREEAM?

Para certificar un edificio con BREEAM ES hay que seguir una serie de pasos en los que entran tres implicados: cliente, asesor y BREAM ES

El asesor es una figura externa que garantiza la transparencia y da validez al proceso  y certifica que las edificaciones y empresas que se someten al proceso lo hacen cumpliendo todos los parámetros y condiciones necesarias.

El proceso para certificar un edificio con BREEAM ha de seguir los siguientes pasos:

  • Encontrar un asesor en el portal de BREEAM. Estos asesores son independientes y nos ayudarána gestionar el proyecto y a cumplir los objetivos exigidos para conseguir la certificación.
  • Fase de diseño: El asesor registra el proyecto. Posteriormente se recopilan evidencias y se redacta un informe de evaluación de esta fase de diseño.
  • BREEAM ES analiza ese informe y establece un certificado provisional.
  • Fase de post-construcción: El asesor solicita el certificado. Se vuelven a recopilar las evidencias pertinentes de esta fase y se redacta un informe de evaluación de la fase de post-construcción.
  • Finalmente BREEAM ES verifica que el informe cumple los requisitos y otorga el certificado oficial BREEAM ES.

Las certificaciones pueden obtener diferentes calificaciones en función de los puntos obtenidos en cada una de las 10 categorías a evaluar. La clasificación de las notas es la siguiente (de peor a mejor): Correcto, Bueno, Muy Bueno, Excelente y Excepcional

Se aplicará un factor de ponderación ambiental en el que se tendrá en cuenta la importancia de cada área de impacto relativa al tipo de edificación que corresponda. También sumará puntos a aquellos que innoven o se conviertan en referentes en un punto específico.

Las categorías a partir de las que se saca la calificación del certificado son:

  1. Gestión: analiza que las prácticas llevabas a cabo en la construcción generen el mínimo impacto posible.
  2. Salud y Bienestar: se valoran factores que influyen en el bienestar de los usuarios del edificio como la iluminación, la calidad del aire, los accesos o la climatización.
  3. Energía: premia aquellos edificios cuyo diseño facilite la eficiencia en el consumo energético.
  4. Transporte: toma en cuenta todos los factores que faciliten y mejoren la movilidad de las personas en métodos de transporte sostenibles, como el transporte público o la bicicleta.
  5. Agua: impulso de la reutilización del agua y su uso responsable.
  6. Materiales: especifica el uso de materiales de construcción de bajo impacto ambiental
  7. Residuos: aquí se diferencia la gestión eficaz de los residuos de obra y por otra parte aquellos que están relacionados con el funcionamiento habitual de la edificación.
  8. Uso del Suelo y Ecología: mantiene y mejora el valor ecológico del lugar donde se realizan las obras.
  9. Contaminación: reduce la contaminación que provoca el edificio según diferentes puntos de vista como son el nivel de gases contaminantes de efecto invernadero o la reducción de la contaminación acústica y lumínica, entre otros.
  10. Innovación: incluye todas las mejoras a la sostenibilidad que no están incluidas en ninguno de los apartados anteriores.

Certificación BREEAM y la Refrigeración Industrial

La correcta instalación y mantenimiento de un sistema de Refrigeración Industrial nos permitirá tener una serie de ventajas y cumplir una gran cantidad de requisitos necesarios para obtener el certificado BREEAM, y nos permitirá obtener puntuaciones mucho más elevadas. Las principales categorías en las que afecta directamente una buena instalación de frío industrial son:

  • Gestión: Mediante la instalación de un sistema de mantenimiento predictivo, se puede obtener un ahorro energético en un porcentaje alto manteniendo la eficiencia energética al máximo. Además, la instalación de una instalación de CO2, ya sea transcrítica o subcrítica, puede ayudarnos a obtener un mayor rendimiento energético empleando menor cantidad gracias a sus propiedades de presión.
  • Energía: Muy ligado con el punto anterior, un sistema de mantenimiento predictivo nos ayuda a monitorizar y controlar en tiempo real el funcionamiento de la maquinaria de la instalación, favoreciendo los consumos sin penalizar la eficiencia energética.
  • Agua: Los sistemas de CO2 transcrítico no necesitan sistemas de tratamiento de aguas, lo que supone un importante ahorro de costes de construcción y equipamiento.
  • Contaminación: Mediante el uso de refrigerantes naturales como el CO2 o el NH3, empleados en sistemas transcríticos y subcríticos, se reducen las emisiones de forma muy notable. En contraposición con los sistemas que emplean HFCs, el CO2 es considerado el refrigerante más respetuoso con el medioambiente y la capa de ozono.

Además de la certificación BREEAM hay otro tipo de certificaciones como la VERDE.