Introducción. ¿Qué es un operador logístico?
En el sector de la refrigeración trabajamos con un amplio abanico de industrias, lo que ha propiciado que tengamos una perspectiva bastante transversal del frío y sus aplicaciones. Sin embargo, en los últimos años el auge del comercio electrónico ha hecho que la refrigeración se extienda a otros ámbitos que, tradicionalmente, no requerían frío o, como mínimo, no necesitaban las soluciones más avanzadas disponibles. Así es como surge la logistica del frio.
Los operadores logísticos son los principales afectados por esta transformación, pues se encargan de gestionar, organizar y controlar uno o varios pasos de la cadena de suministro de sus clientes. Por tanto, en muchas ocasiones se han encontrado con que necesitan mantener la cadena de frío durante las fases de aprovisionamiento, transporte, almacenaje y distribución de productos muy variados, lo que tiene grandes implicaciones en los recursos necesarios para llevar a cabo su actividad. Consecuentemente, cualquier empresa logística que quiera ser competitiva necesita contar con la infraestructura, los sistemas de transporte, la maquinaria y los sistemas tecnológicos que permitan asegurar la trazabilidad del producto en términos de temperatura y humedad.
Esta transformación está aun en una fase temprana, pero ya es urgente, puesto que en España el sector logístico no para de crecer año tras año. Según la consultora CBRE, este ámbito atrajo 2.200 millones de euros de inversión y el volumen de contratación en el país llegó a 2.716.000 m2 en 2021, un resultado histórico. Además, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, este sector da empleo a un total de 981.606 profesionales, dato que lo sitúa como uno de los mayores generadores de empleo en España.
Pese a todo, está claro que ninguna empresa del sector quiere avanzar sobre un modelo con taras. En este sentido, la directora de Synergie, en un artículo para Cinco Días, afirma que los operadores logísticos también están buscando profesionales especializados en la sostenibilidad, puesto que el avance tecnológico y financiero debe ir acompañado de un avance en RSC.
Por todo esto, desde COFRICO, empresa con casi 4 décadas de experiencia en el sector de la refrigeración y climatización industrial, queremos dedicar este artículo a la refrigeración en los operadores logísticos, un ámbito que combina todos los aspectos que hemos ido mencionando.
La logistica del frio
Cuando pensamos en operadores logísticos es muy probable que lo primero que se nos venga a la cabeza sean los paquetes que pedimos en los comercios electrónicos de las grandes superficies. En cambio, lo cierto es que cada vez hay más compañías interesadas en enviar sus productos refrigerados a otras partes del planeta y, de hecho, Aena cifra en 16.100 toneladas el tráfico de mercancía refrigerada que ha pasado por el aeropuerto de Barajas en el 2021.
En cuanto al tipo de producto refrigerado más común, la Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España (Aldefe) señala que es el pescado (19,59%), seguido de las carnes y las verduras.
Esto, al final, implica que, dado que es el operador logístico el encargado de diseñar el mejor servicio posible para mantener el producto en perfecto estado durante su almacenaje y distribución, deben contar con profesionales del frío para garantizar la trazabilidad del producto, su calidad y la seguridad de las instalaciones y del personal desde el punto de vista del frío. Esto, por supuesto, quiere decir que las cadenas de suministro deben prestarle una mayor atención a aspectos muy relacionados con la refrigeración del producto como la temperatura de entrada y de salida, la humedad, el espacio entre bultos, el tipo de embalaje, etc.
Por todo ello, la refrigeración en el sector logístico ha tenido que avanzar a pasos agigantados para dar respuesta a las necesidades sociales (especialmente en el sector farmacéutico y alimentario (refrigeración de frutas y hortalizas; refrigeración de la carne; refrigeración de productos lácteos y derivados, refrigeración del sector pesquero…) y de crecimiento (debido a la importancia del comercio internacional). Hoy, este mercado tiene unas perspectivas de crecimiento extremadamente prometedoras, tal y como afirma Aldefe.
Consecuentemente, las empresas frigoristas también tendrán que evolucionar para dar respuestas más sostenibles y rentables a las necesidades de refrigeración de este sector. Las instalaciones con gases refrigerantes naturales (como el CO2 y el amoníaco) ya llevan años ofreciendo grandes resultados en las grandes naves industriales que suelen utilizar los operadores logísticos, especialmente gracias a sus aplicaciones en sistemas transcríticos, subcríticos y en cascada. De todos modos, estos se tienen que complementar con otras medidas tecnológicas e informáticas que optimicen el funcionamiento de todos los sistemas de frío existentes en las naves industriales.
La eficiencia de estas opciones que planteamos la han podido comprobar de primera mano algunos de nuestros clientes.
La logistica del frio: almacenaje
Las características de algunos productos hacen que las soluciones logísticas, en ocasiones, sean complejas y delicadas. Es por este motivo por el que muchos de los clientes con los que trabajamos deben dividir sus instalaciones en distintos recintos con temperaturas, humedades y equipos muy dispares. Así pues, nuestra prioridad es ofrecerles soluciones adaptadas específicamente a sus necesidades que aseguren la cadena de frío durante todos los pasos de los que consten los procesos que se llevan a cabo en esas instalaciones.
Ejemplo de ello son las grandes diferencias que existen entre la instalación de refrigeración industrial para un importante operador de alimentación, proyecto en el que tuvimos que diseñar y poner en marcha un silo de almacenamiento de 120.000 m3 de superficie y una altura de 45 metros para productos alimentarios con bases de galleta y chocolate, y la de la cámara frigorífica de temperatura negativa para la congelación de productos alimentarios para otra conocida empresa del sector, que llega a los -25 grados. Así, mientras en el primer caso la unidad enfriadora de glicol emplea como gas refrigerante el amoníaco (R-717) y se optó por un sistema de enfriamiento indirecto por bombeo adiabático de glicol y condensación de tipo directo mediante condensadores de aire con variación de velocidad, en el caso de la cámara de congelado se utilizó un sistema de CO2 con refrigeración de tipo directo por expansión electrónica y doble circuito frigorífico, subenfriamiento de líquido, sistema de expansión electrónica y ventiladores de condensadores.
Así pues, es posible percatarse de que la variedad de tecnologías disponibles en este ámbito es sumamente amplia. No obstante, hay ciertos elementos que tienen una importancia capital para definir cómo se llevará a cabo la refrigeración durante el almacenaje, siendo los principales los que se mencionan a continuación.
- Localización de la instalación frigorífica.
- Ubicación de la sala de máquinas
- Circulación del aire.
- Tiempo de funcionamiento de la cámara.
- Clase, estado, volumen y temperatura del producto al entrar en la cámara frigorífica.
- Calor específico del producto y de su embalaje.
- Paso de personal.
- Calor residual provocado por los sistemas de iluminación, ventilación y desescarche.
- Calor derivado de la apertura de las vías de acceso a la cámara
En Cofrico confiamos en la tecnología para ofrecer un servicio de calidad y personalizado a nuestros clientes. Por este motivo, siempre hemos apostado decididamente por nuestro equipo de I+D+i y de automatización para lograr los siguientes hitos:
- Monitorización en tiempo real de toda la cadena de suministro gracias al IoT.
- Implementación de herramientas tecnológicas como IA, algoritmos y machine learning.
Esto, a su vez, tiene grandes repercusiones sobre el diseño de las cámaras frigoríficas, el equipo utilizado, los refrigerantes, etc. No obstante, el uso de la tecnología más avanzada no está reñido (y no debe estarlo) con buscar la solución “analógica” más adecuada, por lo que, en este artículo, también señalamos cuáles son las soluciones de refrigeración más importantes para las plataformas logísticas.
- Antecámaras frigoríficas. Estos espacios son muy útiles, puesto que permiten adaptar la temperatura de entrada del producto a las condiciones de almacenaje sin tener que modificar los parámetros de la cámara a la que dan servicio. Es decir, son espacios de tránsito para almacenar temporalmente las mercancías frescas o congeladas a temperaturas que oscilan entre 0°C y +10°C. De este modo, además, se evita que la mercancía se exponga a temperaturas ambientales, las cuales pueden afectar gravemente a sus propiedades organolépticas.
- Muelles de carga y descarga refrigerados. Como ya hemos mencionado, la carga y descarga del producto en el centro logístico puede suponer una vulnerabilidad para la cadena de frío. Este riesgo se puede evitar utilizando sistemas de carga y descarga que mantengan una temperatura concreta, lo que se consigue a través de sistemas de monitorización y un correcto aislamiento (que también ayuda a ahorrar energía). Normalmente, esto solo es posible cuando las puertas del vehículo de transporte se abren dentro del centro logístico, lo que permite disminuir las pérdidas de temperatura y, además, evitar el contacto con partículas contaminantes. Con este fin, también se recurre a los diferentes tipos de abrigos, ya que permiten generar un espacio mucho más controlado.
- Abrigos. Estas protecciones se usan, en los muelles de carga y descarga refrigerados, para evitar que la cadena de frío se rompa. Consisten en una estructura que puede estar hecha de diversos materiales y que rodea la carrocería del camión para crear un paso seguro entre el espacio de carga del camión y el muelle. Los tipos de abrigos más extendidos son el fijo, el retráctil, el hinchable, a ras de fachada y el frigorífico.
- Abrigo en muelle fijo. Se suelen utilizar cuando el tráfico de mercancías es muy intenso, ya que son, como su nombre indica, estáticos. A cambio, permiten ahorrar más energía que los otros tipos bajo un ritmo de carga y descarga alto.
- Abrigo de muelle retráctil. A diferencia del anterior, la estructura de este abrigo se ha diseñado para dotarle de la capacidad de volver a una posición inicial cuando la es maniobra incorrecta por parte del vehículo de carga.
- Abrigo de muelle hinchable. La ventaja de esta estructura es que el acoplamiento se puede hinchar para adaptarse a la perfección al vehículo de carga por lo que ofrece un acoplamiento aislado. Gracias a esto, facilita la maniobrabilidad del vehículo y, al mismo tiempo, asegura la estabilidad térmica del producto.
- Abrigo para muelle “ras de fachada”. El nombre de este dispositivo hace referencia al hecho de que se suele instalar sobre la fachada, valiéndose de la estructura de la misma. Desde el punto de vista del funcionamiento, estos abrigos son parecidos a los retráctiles.
- Abrigo para muelle frigorífico. Este tipo de abrigo está específicamente concebido para garantizar el mejor aislamiento térmico posible, por lo que están construidos con unos materiales más resistentes. Así mismo, suelen estar dotados con un sistema de espuma que permite que el vehículo se pueda apoyar sobre el abrigo, lo que hace que este se comprima y adapte al mismo. Consecuentemente, se evita el paso de partículas y los cambios de temperatura.
- Cámaras de temperatura positiva (o de conservación). Como su nombre indica, el producto se mantiene entre los 0 y los 10 ºC con la intención de conservarlo en perfecto estado. Se suelen utilizar para productos perecederos cuyo consumo se tiene que producir en pocas horas.
- El abatidor de temperatura industrial. Es un aparato muy común en las cocinas de restaurantes y hoteles, porque están pensados para disminuir la temperatura de los productos en 90 minutos o menos, ya que esto posibilita almacenarlos nada más cocinarlos (pasan de 90 ⁰C a 3⁰C) sin que estos pierdan propiedades organolépticas y evitando que las bacterias se reproduzcan.
- Cámaras de temperatura negativa (o de congelación). Al contrario que en el caso de las de refrigeración, la finalidad de las cámaras de temperatura negativa es mantener el producto entre -20 y -28 ºC, lo que permite guardar los alimentos durante un período de tiempo mucho más prolongado sin que pierdan en absoluto ninguna de sus propiedades alimentarias.
- Túnel de frío para congelados. Debido a la acción de corrientes de aire extremadamente frías y a un sistema para mover el producto, se consigue una congelación individual sumamente rápida que, además, se produce desde el corazón del alimento. Como resultado, se producen pocos cristales de hielo y los que se llegan a formar son muy pequeños, permitiendo así conservar intacta la textura del producto. Llegan a temperaturas de -30 ºC y -40 ºC.
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La logistica del frio: distribución
Sin embargo, ¿cómo controlamos la temperatura de los productos una vez dejan el centro logístico? Cuando se transportan mercancías a temperatura controlada se puede actuar de forma activa o pasiva sobre esta variable.
Las soluciones de frío activo consisten en mantener la temperatura de los productos a una determinada temperatura gracias a que viajan dentro de cámaras frigoríficas controladas electrónicamente.
Por otra parte, las soluciones pasivas se basan, principalmente, en el embalaje, que suelen ser cajas isotérmicas. Estas cajas no mantienen la temperatura, sino que ayudan a evitar la pérdida de frío gracias a los acumuladores de frío PCM, hielo seco, nitrógeno líquido u otras soluciones. De este modo, es posible cargar productos refrigerados en vehículos normales que transporten otro tipo de bultos y, además, se elimina la posibilidad de que se rompa la cadena de frío debido a la avería de uno o más componentes de la cámara. Las nuevas cajas isotérmicas, además, ya cuentan con tecnologías más avanzadas que permiten una mayor trazabilidad, una mejor conservación de la temperatura e, incluso, la reutilización de los envases, puesto que las neveras ya incorporan acumuladores de frío de múltiples usos y cada vez se emplean más envases reutilizables.
Conclusión
En conclusión, en un mundo completamente globalizado a todos los niveles, la importancia de no romper la cadena de frio es mayor que nunca y, por tanto, se sitúa como el fin más importante de todo sistema de refrigeración. Por consiguiente, las condiciones ambientales de los servicios (en cualquier época del año) y su consumo energético (que ha de ser mínimo en todo el ciclo de vida del producto) deben de ser los puntos finales a optimizar en cualquier proyecto.
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